Lenguaje Receptivo vs. Lenguaje Expresivo: Hablar y escuchar
La diferencia entre el lenguaje receptivo y el expresivo se reduce a hablar y escuchar. El lenguaje receptivo implica escuchar y el lenguaje expresivo implica hablar. Estas dos palabras son probablemente las definiciones más breves y utilizadas para explicar el lenguaje expresivo y receptivo. Y aunque ambas son componentes clave del lenguaje, hay algo más que eso.
El lenguaje es el sistema que alguien utiliza para comunicarse con otra persona. Esto incluye cómo se crean y juntan las palabras, el significado de esas palabras y cómo aplicar el lenguaje en diferentes situaciones sociales. Como personas, utilizamos el lenguaje para entender el mundo que nos rodea y para transmitir nuestros pensamientos y sentimientos. Esta es la base del lenguaje receptivo y expresivo.
Lenguaje receptivo
Aunque escuchar es un componente importante del lenguaje receptivo, implica mucho más que eso. El lenguaje receptivo es la comprensión de la información proporcionada de diversas formas, como los sonidos y las palabras, los movimientos y los gestos, y los signos y símbolos. Los niños suelen adquirir los elementos del lenguaje receptivo más rápidamente que el lenguaje expresivo. Por ello, el vocabulario del lenguaje receptivo suele ser mayor que el del lenguaje expresivo.
¿Qué son las habilidades del lenguaje receptivo?
En la terapia del habla para niños como la fonoaudiología, las habilidades y objetivos del lenguaje receptivo podrían incluir
- Seguir instrucciones sencillas o de varios pasos (por ejemplo, “Dale a papá la pelota”, “Recoge tu juguete y ponlo en la mesa”, “Levántate, empuja tu silla y ve a la puerta”).
- Responder a preguntas de comprensión (quién/qué/donde/por qué) a partir de un dibujo o un cuento
- Comprender palabras de vocabulario (conceptos que nos ayudan a describir, hablar del tiempo o de la cantidad)
- Inferir y hacer predicciones a partir de una imagen o un cuento (por ejemplo, mostrar un símbolo como una señal de stop y preguntar: “¿Qué crees que significa?”; al leer un cuento, detenerse y preguntar: “¿Qué crees que hará el personaje a continuación?”)
Lenguaje expresivo
El lenguaje expresivo es nuestra capacidad para comunicar nuestros pensamientos y sentimientos mediante palabras, gestos, signos y/o símbolos. Puede ser tan sencillo como señalar un objeto deseado o tan complejo como escribir un libro sobre un área de interés. Hablar es la principal forma de comunicación en la que se piensa cuando se habla del lenguaje expresivo. Y, aunque es la más común, hay otros tipos de comunicación que son igual de eficaces. Algunos otros ejemplos son el lenguaje de signos, un sistema de intercambio de imágenes, el uso de un dispositivo generador de voz o la escritura. Pero, ten en cuenta, que estos son sólo los sistemas que utilizamos para comunicarnos.
¿Qué son las habilidades lingüísticas expresivas?
Las habilidades lingüísticas expresivas en su conjunto significan utilizar correctamente las áreas únicas del lenguaje para comunicar eficazmente lo que pensamos. Estas áreas incluyen:
- Utilizar las palabras del vocabulario que conocemos (por ejemplo, utilizar palabras para hacer peticiones, para terminar una actividad o para llamar la atención; etiquetar elementos y sus categorías; describir un objeto)
- Gramática: elegir las formas gramaticales correctas, como utilizar el tiempo pasado para reflejar algo que ocurrió ayer.
- Estructura de las frases: colocar las palabras en el orden correcto para que tengan sentido
Estrategias que pueden ayudar a desarrollar las habilidades lingüísticas receptivas y expresivas de los niños:
- Desarrollar la atención conjunta: La atención conjunta se produce cuando dos o más personas comparten su atención con un objeto o actividad juntos y sintonizan la comunicación sobre esa cosa.
- Jugar: Participar en diferentes tipos de juego y rutinas de juego permite a los niños comprender su entorno de diferentes maneras y aprender nuevas formas de utilizar el lenguaje.
- Interacción social: Tener la oportunidad de interactuar con diferentes personas ayuda a enseñar las normas sociales, a estar expuestos al lenguaje de forma natural y a aprender a comunicarse con los demás de forma adecuada
- Rutinas diarias: Las rutinas consistentes a lo largo del día proporcionan a los niños un horario predecible, lo que les permite comprender y utilizar mejor el lenguaje apropiado para esa situación. Les expone a un conjunto coherente de palabras en un contexto familiar.